Uno de los efectos más importantes de la pandemia de COVID-19 de 2020 fue la crisis logística global que afectó a todas las cadenas de suministro del comercio mundial. Un fenómeno que, como la propia pandemia, ya no está en el foco central del interés del público ni encabeza titulares en los medios de comunicación. Aunque sus efectos siguen notándose.
No hace falta recordárselo a nadie: en pleno confinamiento empezaron a difundirse noticias relacionadas con problemas de tráfico en los puertos internacionales, escasez y encarecimiento de contenedores, incidentes puntuales con consecuencias graves para el transporte global, etc.
Una serie de circunstancias que afectaban al comercio y el tránsito internacional de mercancías, que se acabaron conociendo como la crisis de la logística, y que en sus peores días en 2021 parecía que no iba a tener final.
Afortunadamente, se consiguieron controlar en gran medida sus efectos de cara a la mayoría de ciudadanos. A pesar del desabastecimiento puntual de algunos productos, los supermercados, prácticamente los únicos comercios que seguían en funcionamiento durante la pandemia, seguían mostrando sus lineales suficientemente llenos. Y el comercio online no dejó de crecer y funcionar casi sin incidencias graves durante la pandemia.
Pero no hay ninguna duda de que fue una crisis que afectó y preocupó muy intensamente a los profesionales del sector, que trabajaron duramente para que sus efectos se notaran lo menos posible a pie de calle.
Causas de la crisis logística
La crisis logística fue un fenómeno complejísimo en el que los factores se entrelazaron e influenciaron mutuamente, hasta el punto en que es difícil distinguir las causas de las consecuencias, que a su vez provocaban otros efectos que contribuían a magnificar el problema. Vamos a intentar delimitarlo un poco.
Confinamiento global
Probablemente ésta sea la causa fundamental. Las limitaciones a la circulación de personas y bienes, que incluyeron el cierre de fronteras en algunos lugares y determinados momentos, impidieron la normal fluidez del transporte. Los cierres temporales de fábricas y centros de producción según se iban declarando contagios echaron aún más leña al fuego.
Aumento del comercio online
El confinamiento provocó que el aumento de las compras online se disparara. Con frecuencia adquiriendo productos a proveedores que los servían desde cualquier punto del planeta. La demanda de transporte creció exponencialmente en el mismo momento en que la oferta disminuía.
Para darle una vuelta de tuerca más al problema de la demanda online, la implantación general del teletrabajo aumentó la demanda de equipos informáticos de forma incontrolada provocando, a su vez, una escasez de microchips.
Colapso portuario
El caos generalizado y los controles provocados por la pandemia causaron un colapso que afectó a todos los puertos del mundo, incluyendo gigantes como Rotterdam, Antwerpen, Los Angeles y los grandes puertos de China. Las pocas mercancías que circulaban tenían que esperar plazos de tiempo desmesurados esperando ser desembarcadas y distribuidas.
Escasez y encarecimiento de los contenedores
El aumento de la demanda y el caos de la circulación portuaria provocaron una escasez de la cantidad de contenedores disponibles que, a su vez, disparó su precio. Un contenedor de 6 metros que costaba aproximadamente 2.000€, en octubre de 2021 llegó a la suma de 12.000€. A pesar de ello, ni siquiera se podía garantizar que se fuera a recibir a tiempo.
Escasez de camioneros
Un problema que se venía arrastrando desde hacía tiempo pero acabó explotando con la crisis. Tan solo en Europa ya se necesitan más de 400.000 conductores en un sector envejecido. Pero las duras condiciones laborales que tienen que soportar no facilitan el relevo generacional.
Sólo hemos rascado la superficie. El fenómeno es mucho más complejo y necesitaríamos varios artículos para explicarlo con detalle. Pero no cabe duda de que el atasco global fue un momento muy complicado para todos los profesionales de la logística.
¿Hemos superado la crisis logística?
Los lectores observadores habrán notado que, hasta ahora, hemos escrito este artículo en pasado. Puede dar la sensación de que estemos hablando de un fenómeno que ya ha finalizado, historia reciente de los años 2020 y 2021. Y no cabe duda de que, con el esfuerzo de todos, hemos dejado atrás los peores momentos de la crisis.
Pero ¿La hemos superado completamente? En realidad, no del todo. A pesar de las mejoras en todos los ámbitos, el sector aún no se ha recuperado completamente, pues ningún indicativo ha vuelto a los niveles pre COVID-19. Y, mientras tanto, otros retos estratégicos globales han venido a afectarle:
- Cierre del puerto de Shanghai y otros puertos chinos.
- Guerra de Ucrania.
- Aumento en la demanda y precios de los combustibles y la energía.
- La congestión y el colapso en los puertos aún no se ha resuelto completamente.
- Escasez de barcos.
El futuro del sector logístico tras la crisis
Algunos analistas prevén que la situación siga sin normalizarse completamente durante 2023. Aunque es imposible prever cuáles serán las consecuencias de las políticas anti-COVID-19 en China y del conflicto ucraniano.
A pesar de los efectos adversos, las crisis son oportunidades para aprender de los errores cometidos y plantear soluciones de futuro. Es obvio que una pandemia como la de COVID-19 es imposible de adivinar y sus consecuencias son imprevisibles. Pero el objetivo de los profesionales del sector debe ser que, en caso de que se produzca una emergencia semejante, sus efectos no sean tan graves como los de 2020.
Las políticas que potencien la producción local y la desglobalización, la adaptación de los puertos de todo el mundo a la magnitud del tráfico global, la aceleración de la transformación digital de las empresas que se dedican a la actividad logística, y la adaptación de sus equipos humanos a una realidad siempre cambiante, son los desafíos que deberá afrontar un sector que tardará en olvidar los difíciles años 2020 y 2021.
Si quieres estar al corriente de los cambios y novedades que afectarán al sector en el futuro, no pierdas de vista las próximas publicaciones de nuestro blog.